La constitución española reconoce en su Artículo 20 la libertad de expresión. No obstante, es muy triste tener que presenciar la entrevista a la madre del presunto cómplice de un asesino confeso, en pro del espectáculo.
La postura de esa madre simplemente inmoral: beneficiarse económicamente de la muerte de una persona.
Calificar la actitud de La Noria y de Telecinco es simplemente imposible.
Esperemos que los anunciantes le den a la cadena el sitio justo que le corresponde.
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